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Guías de Viajes de Lima

Lima
Lima

Lima

Introducción

Introducción

Aunque la imagen más icónica de Perú está ligada a las espectaculares ruinas de Machu Picchu, el país andino también debe gran parte de su innegable magnetismo a su impresionante capital: Lima. Digna heredera de su esplendoroso pasado colonial y virreinal, sus calles más añejas aún hablan al visitante de un boato imperecedero.

 

Situada a 8 km del puerto del Callao, los orígenes de esta localidad de 8 millones de habitantes hay que buscarlos en el 18 de enero de 1535, momento en el que el conquistador español Francisco Pizarro clavó su espada en la Plaza Mayor y puso la primera piedra de la población que bautizó como Ciudad de los Reyes. No obstante, su nombre definitivo, Lima lo acabaría tomando del río Rímac.

 

El flamante núcleo urbano, diseñado por el maestro de obras Juan Meco, prosperó rápidamente: sin ir más lejos, en 1544 ya albergaba la sede del virreinato de Perú, desde el que los conquistadores gobernaban toda Hispanoamérica. Pese a todo, dos siglos después, en 1746, un seísmo la destruiría en su totalidad. El virrey de la época, el conde de Superonda, impulsó su reconstrucción, mientras que su sucesor, el virrey ilustrado Manuel Amat i Junyent (1745-1761) la convirtió en una capital cultural de primer orden.

 

Esta situación se prolongó hasta 1821, año en el que las tropas del general José de San Martín, partidarias de la independencia de Perú, tomaron la capital. Ese mismo año, el destino de todo el país dejó de estar ligado al de la corte madrileña.

 

Tras la Primera Guerra Mundial, Lima vivió una explosión demográfica sin precedentes, lo que le confirió un notable impulso urbanístico hasta la década de los años treinta. Un dinamismo que topó con un nuevo seísmo en 1940. A partir de entonces, la ciudad empezó a crecer de manera desordenada, a lo que contribuyó la llegada de masiva de campesinos en los cincuenta. Un nuevo terremoto, esta vez en 1971, obligó a la enésima reconstrucción, aunque no pudo desposeer a Lima de su notable importancia histórica y arquitectónica: así, en 1988 y 1991, su excepcional centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

 

El único requisito para viajar hasta la capital peruana o al resto del país andino es contar con un pasaporte en vigor. Si la estancia no supera los 183 días (no hay prorroga posible) no se necesita visado. En cambio, sí se deberá tramitar si el viaje se realiza por estudios o negocios. Por lo que respecta a las vacunas, no hay ninguna obligatoria, aunque se aconseja la de la fiebre amarilla si también se prevé visitar las zonas selváticas. Asimismo, también son recomendables, aunque no imprescindibles, las de la fiebre tifoidea, el tétanos, la polio y la hepatitis A y B. Para reservar vuelos a Lima, conviene tener presente que desde el aeropuerto de Barajas, en Madrid, las aerolíneas que realizan a diario un mayor número de viajes a Perú son Iberia, American Airlines y KLM, con trayectos semanales con el aeropuerto internacional Jorge Chávez de Lima y los precios más económicos. Sin embargo, las tarifas más bajas se pueden conseguir con American Airlines y KLM, puesto que no efectúan vuelos directos, sino con escalas en Ámsterdam o Miami.

 

A la hora de buscar hoteles en Lima, y si se desea captar la esencia de la capital, lo más recomendable es alojarse en algunos de los múltiples establecimientos que se despliegan en el centro histórico de la capital peruana. En cualquier caso, y a pesar de que ésta es la opción más práctica, estos establecimientos no son los más confortables.

 

En cuanto a la moneda, la divisa oficial del país es el nuevo sol (en septiembre del 2012, un euro equivalía a 3,38 soles). Para conseguirla, se aconseja al recién llegado a dirigirse a la calle de Ocaña, en la que abundan las casas de cambio.

 

Señoriales palacios y avenidas, más de 40 edificios religiosos, un nutrido rosario de museos cuajados de obras de arte que remiten a las culturas preincaicas y al imperio inca, gentes amables y hospitalarias... Y todo ello sin que el idioma suponga una barrera (el español es la lengua oficial en todo el territorio nacional). ¿Se necesita algo más para decidirse a cruzar el charco y zambullirse de lleno en la historia del Nuevo Mundo?

Qué hacer en Lima

Qué hacer en Lima

Éstos son sólo algunos de los lugares que no deben dejar de visitar todos aquellos que visiten por primera vez la capital peruana.

 

  • Camaná

 

Esta zona es la más recomendable para adquirir libros y publicaciones a buen precio.

 

  • Casa de la Gastronomía Peruana

 

Inaugurada en marzo del 2011, esta institución abre sus puertas en el edificio del Correo Central de Lima, que hasta hace muy poco había albergado el Museo Postal y Filatélico del Perú. Este centro muestra a los visitantes las especialidades culinarias más arraigadas en los diferentes puntos de la geografía peruana.

 

  • Casa Museo del Coronel Francisco Bolognesi

 

Situada frente al convento de Santo Domingo, el edificio da cabida al Museo de los Combatientes del Morro de Arica, en el que se explica el episodio militar que segó la vida de Bolognesi en 1880. El centro abre sus puertas de lunes a viernes (de las 10:00 h a las 17:00 h, aproximadamente) en el jirón de Cailloma, 125.

 

  • Convento de Santo Domingo

 

Sito junto al pasaje de Correos, este complejo conventual comprende dos iglesias, dos claustros y un colegio. Asimismo, todavía conserva dos pequeños patios de los doce con los que contaba este lugar en el siglo XVII. Las generosas dimensiones de este enclave responden a la buena relación que Pizarro tenía con los dominicos. En su interior, no hay que dejar de admirar la Sala Capitular y su espléndido artesonado mudéjar en madera de cedro, o la cripta en la que reposan los restos mortales de Santa Rosa de Lima, Catalina de Siena o Santa Isabel de Hungría.

 

  • Convento de San Francisco

 

Este recinto, fundado en 1546, se compone de un convento, una iglesia y un museo. La historia del lugar es un tanto accidentada, ya que un terremoto truncó los trabajos de construcción en 1656, lo que obligó a retomar las obras partiendo de cero. Tras el suceso, los franciscanos confiaron esta labor al arquitecto portugués Constantino de Vasconcelos, quien la culminó en 1674. Su portada barroca, de 20 m de altura y acotada por dos torres rematadas por una barandilla de madera, destacan por su característico color amarillo. En el interior, lo más notorio son sus arcadas con elementos de factura mudéjar. La mayoría de sus 21 altares son obra del presbítero Matías Maestro, quien los realizó en 1803. Del convento, cabe señarlar la cúpula mudéjar que corona la escalinata principal, realizada en madera de cedro por Fray Miguel de Huerta en 1625. Asimismo, el claustro descuella por su artesonado y por sus 36 lienzos de producción limeña en los que se recrean pasajes de la vida de San Francisco de Asís. Por una entrada aparte, se accede a las catacumbas, que hicieron las veces de cementerio hasta el siglo XIX. En 1821, año de la independencia del país, el general San Martín prohibió continuar llevando a cabo esta práctica, ya que consideró que estos entierros dañaban los cimientos del complejo. El lugar se puede visitar a diario, de las 09:30 h a las 17:00 h, aproximadamente.

 

  • Estación de los Desamparados

 

Situada en el jirón de Ancash y construida sobre un antiguo orfanato, esta estación acoge trenes turísticos que salen hasta Huancayo un par de veces al año. Hoy alberga un mercado de artesanía y un centro cultural en el que se organizan exposiciones.

 

  • Fundación Museo Amano

 

Ubicado en el número 160 de la calle del Retiro, en Miraflores, este centro cuenta con una importante colección de hallazgos arqueológicos procedentes de la costa. El museo puede visitarse de lunes a viernes, de las 15:00 h a las 17:00 h y con reserva previa, llamando al número de teléfono (00 511) 441 29 09.

 

  • Iglesia de San Pedro

 

Este edificio jesuita del siglo XVII, situado en la confluencia de los jirones de Ucayali y Azángaro y abierto de lunes a domingo, constituye un interesantísimo ejemplo de arquitectura barroca. Su interior da cabida a hermosos altares dorados y a algunas pinturas realmente valiosas.

 

  • Jirón de La Unión

 

Se trata de la calle más bulliciosa de Lima. Salpicada de tiendas de moda, restaurantes de comida rápida, cafeterías y cines, es el lugar perfecto para disfrutar de una tarde de ocio. En su tramo final, el viajero encontrará numerosas agencias de viaje para contratar excursiones a otros puntos del país, como el Valle Sagrado de los Incas o a Cuzco.

 

  • Larcomar

 

Este centro comercial del distrito de Miraflores, con una superficie de 45.000 m2 y un coste de 60 millones de dólares, fue inaugurado en 1998. Además de dar cabida a un enorme abanico de establecimientos y una gran oferta cultural y de ocio, su ubicación —se eleva sobre unos acantilados— brinda unas vistas incomparables que sorprenderán al visitante.

 

  • Mercado Central

 

Sito en jirón de Huallaga y considerado como uno de los iconos de la ciudad, en él se puede encontrar cualquier cosa. El mercado será objeto de diversas actuaciones de mejora que concluirán en el año 2014. Continuando por la misma calle, un arco de estilo oriental da la bienvenida al pintoresco Barrio Chino.

 

  • Museo de Arte Italiano

 

Emplazado en el paseo de la República, exhibe óleos, grabados, piezas de cerámica y esculturas de artistas italianos de finales del siglo XX. La mayoría de objetos han sido domados por la antigua colonia italiana en Perú. Cierra los fines de semana.

 

  • Museo de Arte de Lima

 

Este inmenso museo, situado en el paseo de Colón y abierto de jueves a martes, no sólo cuenta con piezas prehispánicas, sino también pertenecientes a la época colonial y republicana. Conviene prestar atención a su colección de pintura contemporánea. La construcción del edificio fue ordenada en 1869 por el presidente José Balta para acoger la Exposición de Lima. El precio de la entrada es de 12 soles (consultar descuentos).

 

  • Museo del Banco Central de la Reserva de Perú

 

Emplazado en jirón de Ucaly con Lampa, en pleno corazón de la ciudad, este museo cuenta con una magnífica pinacoteca con obras de que van del siglo XIX al momento actual. A su vez, también custodia restos arqueológicos, textiles, de cerámica y de metal, sin olvidar una interesante colección numismática del período colonial.

 

  • Museo de Historia de la Nación

 

Situado en el jirón del Prado Este, se trata de uno de los museos más importantes de la historia de Perú. Fundado en marzo de 1988, acoge exposiciones temporales de arte y muestras que tienen como eje central las culturas preincaicas e incas. Uno de sus platos fuertes consiste en la reproducción de ruinas arqueológicas.

 

  • Museo de Historia Natural de Lima

 

Creado en 1918, cuenta con una vasta colección de fauna y flora peruanas, que incluye un interesante muestrario de plantas marinas y medicinales (incluyendo la cocaína). El museo abre todos los días (el domingo, sólo por la mañana).

 

  • Museo Larco

 

Este museo arqueológico, situado en el 1515 de la avenida de Bolívar y de titularidad privada, contiene la que quizás sea la principal colección de arte precolombino del mundo. Fundado por Rafael Larco, da cabida a vestigios representativos de las culturas de la costa norte de Lima: Chimú, Mochica, Moche y Lambayeque. Abierto todos los días de las 09:00 h a las 22:00 h.

 

  • Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia del Perú

 

Sito en la plaza de Bolívar, fue fundado el 2 de abril de 1822 por José Bernardo de Tagle —es el más antiguo del país— y alberga una de las mejores colecciones de arte precolombino y preincaico del mundo. De hecho, en él se hallan las principales obras maestras de los primeros habitantes de la zona, como la estela Raimondi de Chavín, el obelisco de Tello o los mantos de Paracas. Cierra los lunes.

 

  • Museo del Oro del Perú y Armas del Mundo

 

Emplazado en Alonso de Molina, 1100 (Monterrico), se trata del museo más polémico de la capital, ya que las colecciones que en él se muestran son de dudosa procedencia. Sus jardines están repletos de centros comerciales. Abre todos los días.

 

  • Museo Pedro de Osma

 

Situado en el número 423 de la avenida de Pedro de Osma (Barranco), se trata del mejor museo de arte colonial. Sus colecciones contienen piezas de pintura, escultura, platería y mobiliario colonial desde el siglo XVII. Cierra los lunes.

 

  • Museo del Tribunal de la Santa Inquisición

 

El centro, que abre sus puertas entre el jirón de Junín y la avenida de Abancay, junto al Congreso de la República, abre sus puertas en el edificio en el que se juzgaban a los presuntos herejes. En él se exponen las reproducciones de algunos instrumentos de tortura.

 

  • Palacio de Goyeneche

 

Se trata de una casona situada en el centro histórico de la ciudad. Erigida en el siglo XVIII e inspirada en la arquitectura francesa, esta construcción colonial destaca por la sillería de la portada y sus paneles curvos Luis XV en los balcones.

 

  • Palacio de Osambela

 

Emplazado en el número 298 de jirón del Conde de Superonda, despliega cinco maravillosos balcones de madera y un mirador que permite ver la entrada y la salida de los barcos del puerto del Callao. Sus cúpulas son de inspiración morisca.

 

  • Palacio de Torre Tagle

 

Esta espectacular casona, erigida en la época virreinal, se halla en el jirón de Ucayali, al sureste de la Plaza Mayor. Su construcción se inició a principios del siglo XVIII y culminó en 1735. El lugar estaba destinado a servir de residencia a José Bernardo de Table, a quien el rey Felipe V de España acababa de concederle el marquesado de Torre Tagle por sus servicios a la Corona. El edificio destaca por su asimetría y la diversidad de sus materiales, traídos de España y de Panamá.

 

  • Parque de las Leyendas

 

Enmarcado en el distrito de San Miguel y fundado por Felipe Benavides como primer zoológico peruano en 1964, este recinto temático está dedicado a la gestión, investigación y conservación del patrimonio arqueológico y de la fauna y la flora más representativas, tanto de Perú como del resto del mundo.

 

  • Parque Universitario de San Marcos

 

La Universidad de San Marcos, fundada en 1551, es la más conocida de la ciudad y aloja centros culturales y un generoso abanico de escuelas. Su parque, repleto de artistas y cómicos callejeros, constituye el lugar perfecto para relajarse y tomarse un respiro.

 

  • Pasaje de los Escribanos y Barrio Chino

 

Éste es un lugar obligado para los amantes del buen comer, ya que es el lugar que reúne más restaurantes en toda la capital. Mientras que el pasaje de los Escribanos está moteado de atractivas terrazas (también abre allí sus puertas la Oficina de Turismo), el Barrio Chino es rico en restaurantes gestionados por inmigrantes orientales o chifas. A su vez, el pasaje de Olaya es una tabla de salvación para los presupuestos más ajustados.

 

  • Plaza de Armas

 

Sin duda, éste es el escenario por excelencia de la fundación de la ciudad, impulsada por Pizarro en 1535. Desde entonces, este enclave ha sido el centro del poder político y religioso de Perú. No obstante, en el pasado también hizo las veces de coso taurino, e incluso, de escenario de ejecuciones durante la sombría época de la Santa Inquisición. En cualquier caso, esta plaza también ha sido testigo de episodios mucho más amables, como la declaración de independencia de 1821 y, en la actualidad, de manifestaciones y reivindicaciones populares.

 

  • Plaza Mayor

 

Aneja a la plaza de Armas, este escenario da cabida al monumento que marca el kilómetro 0 de Perú: la fuente de los Delfines, construida en 1650 por Antonio Rivas siguiendo los diseños de Pedro de Noguera. Uno de los principales activos de este enclave es la catedral de Lima. Pese a ser originaria de 1535, ha sido rehecha en tres ocasiones y remodelada otras cuadro veces (la última, en el 2004). En su interior, destaca la capilla de Pizarro, cuyo sarcófago está custodiado por un león dormido. El altar mayor (1802) es obra del presbítero Matías maestro y alberga cuadros surgidos del taller sevillano de Martínez Montañés (1568-1659). Junto a la seo, se levanta el Palacio Arzobispal (1924), de estilo neocolonial. Entre éste y la catedral, el recién llegado podrá contemplar el templo del Sagrario, manierista y con un altar barroco firmado por el jesuita Matías Maestro. A su vez, tampoco hay que dejar de visitar el Palacio Presidencial, erigido en un solar que Pizarro reservó para sí mismo cuando diseñó Lima. En 1921, el edificio fue devorado por las llamas, por lo que tuvo que ser reconstruido. El inmueble actual, de factura neocolonial y finalizado en 1938, es obra del francés Claude Sahut y del polaco Malachowski. Ocupa la friolera de 19.200 m2, los cuales dieron cabida en el pasado al Ministerio de Justicia, y sus jardines albergan una higuera que fue plantada por el mismo Pizarro. Sobre todo, se aconseja no perderse el solemne cambio de guardia. Por último, no se puede proseguir el paseo por las calles de Lima sin presentar atención al Palacio de la Municipalidad (1945), de Hart-Terré. Los soportales más próximos llevan nombres históricos, como el Portal de Botoneros o el Portal de Escribanos.

 

  • Plaza de San Martín

 

Es una de las más grandes de Lima y da cabida a la estatua ecuestre de José de San Martín, símbolo por excelencia de la Lima republicana.

Comer en Lima: entre el pisco y la gastronomía criolla

Comer en Lima: entre el pisco y la gastronomía criolla

Si por algo destaca la cocina peruana es por su fuerte acento campesino. Buena prueba de ello es el uso recurrente de los productos de la tierra. Sin embargo, no hay que perder de vista que éstos conviven con otros alimentos y fórmulas surgidas durante la época colonial —artífices de la celebrada cocina criolla— o del saber hacer de los inmigrantes que se han instalado en suelo peruano, como los italianos o los chinos (los restaurantes de estos últimos se conocen como chifas). Asimismo, cabe destacar que la gastronomía nacional varía mucho dependiendo de si se trata de un plato típico de la sierra, del litoral o de la selva. Lo mismo ocurre en función de la latitud, ya que el recetario del norte difiere de las fórmulas propias del sur.

 

Así, en las áreas situadas junto al océano, predominan las especialidades a base de aguacates, ensaladas y, sobre todo, marisco y pescado. Este último se toma como entrante o aperitivo, especialmente el rape, la lubina rosada o la merluza. En la selva, descuellan el pescado de río y las frutas tropicales, mientras que en la serranía triunfan las recetas campesinas a base de maíz, quínoa y patata.

 

Entre los buques insignia de la gastronomía peruana, hay que referirse a la carapulcra (un potaje indígena a base de patatas secas sancochadas y guisadas con gallina, ajíes, ajos y otras especias, y que suele servirse acompañado de arroz blanco), el lomo saltado, el ají de gallina, los guisos de pollo, la causa rellena (una receta precolombina elaborada con patata amarilla, ají y limón), el cebiche de pescado (pescado marinado crudo) o los tamales (harina de maíz cocida y envuelta en hojas de mazorca de maíz u otros productos).

 

Tampoco hay que dejar de saborear las papas a la huancaina (patatas picantes con queso fresco, huevo y aceitunas), la sudada de merluza, la ensalada de aguacate (muy arraigada en las zonas costeras) y los anticuchos (brochetas de ternera acompañadas de patata hervida, lechuga y mazorcas de maíz).

 

A la hora del postre, no hay que dejar de deleitarse con la crema de chirimoyas y, sobre todo, con el que quizás sea el postre más popular del país: los irresistibles picarones, preparados con calabaza, harina, levadura en polvo, huevo, azúcar, canela y aceite.

 

Por lo que respecta a la bodega, lo cierto es que el consumo del vino sólo es habitual en la costa. De hecho, entre los peruanos es mucho más frecuente beber cerveza y, sobre todo, la chicha, muy similar al champán. Y por supuesto, tampoco puede faltar la bebida nacional por antonomasia: el pisco sour (se pronuncia [sauer]). Se trata de aguardiente de producción local muy similar al orujo, espumosa y que acostumbra a servirse espolvoreada con una pizca de canela.

 

En cualquier caso, lo cierto es que la oferta de restauración en Lima es ingente (sobre todo en la zona del Barrio Chino y el pasaje de los Escribanos), y se adapta a todos los gustos y presupuestos. En sus calles, el viajero encontrará lo mejor de la cocina nacional e internacional. En cambio, si se realiza alguna excursión a un pueblo cercano, las alternativas se reducen a la mínima expresión, limitándose a pequeños restaurantes familiares.

Festivales tradicionales y eventos en Lima

Festivales tradicionales y eventos en Lima

A continuación, se detallan los acontecimientos más importantes que nadie debería perderse durante su visita a la capital peruana.

 

  • Año Nuevo

 

Aunque el 1 de enero es una jornada festiva en todo el país, lo cierto es que las celebraciones más concurridas no tienen lugar en Lima, sino en Huancayo.

 

  • Fundación de Lima

 

Del 15 al 25 de enero, la ciudad se vuelca en conmemorar el aniversario de su nacimiento, que tuvo lugar el 18 de enero de 1535 a manos de Pizarro. La noche anterior a esta efeméride, la ciudad acoge bailes criollos, degustaciones de comida típica local y un espectáculo de fuegos artificiales que da comienzo hacia la medianoche. Además, durante los días señalados se puede asistir a numerosos espectáculos folklóricos y desfiles de comparsas.

 

  • Día del Pisco Sour

 

El primer sábado de febrero, todo el país el país conmemora el día del pisco sour, la bebida nacional de Perú.

 

  • Carnavales

 

Se festejan entre la tercera semana de febrero y la segunda de marzo (las fechas exactas varían cada año en función del calendario lunar). A pesar de que los Carnavales más vistosos del país corresponden a Cajamarca y Puno, la capital peruana no se queda atrás. Además de los tradicionales desfiles de carrozas, que dieron comienzo en la ciudad en la década de 1920, quizás el rasgo más distintivo tiene que ver con la (mala) costumbre de arrojar agua fría y pintura (o bien betún o barro) a cualquiera que quiera disfrutar del domingo dando un paseo.

 

  • Semana Santa

 

Se celebra entre la segunda quincena de marzo y las primeras cuatro semanas de abril, dependiendo siempre del calendario lunar. A pesar de que las fiestas más populares y afamadas del país tienen lugar en Ayacucho, Lima también cuenta con una nutrida agenda de actos para estos días. Por ejemplo, el viajero tendrá la oportunidad de participar en un recorrido por siete iglesias a cargo de las distintas cofradías y hermandades. Una de ellas, concretamente la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, data de finales del siglo XVI. Asimismo, la Municipalidad de Lima organiza visitas guiadas gratuitas por el centro histórico de la capital.

 

  • Concurso Nacional del Caballo de Paso Peruano

 

Este evento se celebra el 1 de abril cerca del yacimiento arqueológico de Pachacámac. En él participan algunos de los mejores criadores del famoso caballo de paso peruano, cuyos ejemplares compiten en diversas categorías. El certamen está amenizado por espectáculos folklóricos, el tradicional baile de la marinera y degustaciones de cocina criolla.

 

  • Día del Trabajo

 

El 1 de mayo es festivo en todo el país. Los orígenes de esta fiesta internacional hay que buscarlos en el trágico incendio que, en 1908, acabó con la vida de 129 trabajadoras de una fábrica de Nueva York.

 

  • Fiestas del Solsticio de Verano

 

La noche del 23 al 24 de junio, víspera de San Juan, todo el país celebra la noche más corta del año con bailes. No obstante, las fiestas más animadas tienen como escenario el antiguo asentamiento inca de Sacsayhuamán, cerca de Cuzco, o las áreas selváticas de Perú.

 

  • San Pedro y San Pablo

 

El 29 de junio es un día festivo oficial en todo el país.

 

  • Fiestas Patrias

 

Se desarrollan del 27 al 29 de julio y sirven para recordar el aniversario de la independencia de Perú, que tuvo lugar el 28 de julio de 1821. A pesar de que todo el país acoge actos conmemorativos, los que tienen lugar en Lima destacan por encima del resto. Entre el programa de eventos, hay que referirse a las ceremonias oficiales del gobierno, los desfiles escolares y la Gran Parada Militar, que se celebra el 29 de julio. A su vez, tampoco faltan las competiciones deportivas, las representaciones teatrales, los espectáculos folklóricos y de música clásica o los mercadillos. Por todo ello, no es de extrañar que estos festejos se hayan consolidado como un potente polo de atracción para el turismo nacional.

 

  • Nuestra Señora de la Asunción

 

El 15 de agosto es festivo.

 

  • Santa Rosa de Lima

 

Aunque esta jornada (que se celebra el 30 de agosto), es festiva en todo el país, lo cierto es que en ningún sitio se vive con mayor intensidad que en la capital peruana y sus inmediaciones. En este día, los fieles participan en una romería al pueblo Santa Rosa de Quives, una localidad próxima a Lima en la que la santa pasó su infancia. Asimismo, la iglesia y el santuario de Santa Rosa acogen un buen número de creyentes.

 

  • Feria taurina del Señor de los Milagros

 

Los domingos de octubre y noviembre, la plaza de Acho alberga corridas de toros en la que participan toreros españoles y latinoamericanos. También se concede un premio, el Escapulario de Oro, al mejor espada.

 

  • Conmemoración de la batalla de Angamos

 

Cada 8 de octubre, festivo en todo el país, Perú recuerda el aniversario de este decisivo enfrentamiento. Dicho episodio aconteció en 1879 y tuvo como protagonistas a los buques peruanos Huáscar y Unión, que plantaron cara a los navíos chilenos Cochrane, Blanco Encalada, Loa y Covadonga. El triunfo de la flota chilena fue determinante para la obtención del dominio marítimo, al tiempo que puso punto y final a la campaña naval de la guerra del Pacífico.

 

  • Festividad del Señor de los Milagros

 

Se trata de la fiesta religiosa que cuenta con una mayor tradición y seguimiento en todo el país. Los días 18, 19 y 28 de octubre, centeneras de miles de fieles participan en procesiones en honor al Señor de los Milagros. El recorrido se efectúa por el centro histórico de la ciudad y tiene como punto de origen y de finalización la iglesia de las Nazarenas. Cuando la procesión llega a la plaza Mayor, recibe el saludo del presidente de la república, así como el del alcalde y el arzobispo de Lima. A su vez, en octubre, los devotos suelen lucir una prensa morada, por lo que a este período se le conoce popularmente como mes morado. Otra tradición que no hay que pasar por alto es la de degustar el riquísimo turrón de Doña Pepa, típico de Lima. Quienes lo deseen, lo podrán saborear en la avenida de Tacna.

 

  • Día de la Canción Criolla

 

Cada 31 de octubre, la capital peruana se convierte en escaparate del mejor folklore local. Este festival cuenta con la presencia de los mejores cantantes y grupos del país.

 

  • Día de Todos los Santos

 

El 1 de noviembre es un festivo oficial de ámbito nacional. Tal y como ocurre en España, los dos primeros días de este mes es habitual visitar las tumbas de los seres queridos.

 

  • Fiesta de San Martín de Porres

 

Esta festividad religiosa, que tiene lugar cada 3 de noviembre, da cabida a procesiones en honor a San Martín de Porres.

 

  • Inmaculada Concepción

 

El 8 de diciembre es festivo en todo Perú.

 

  • Fiestas navideñas

 

El 25 de noviembre es fiesta en todo el país. En la noche del día 24, las iglesias de la ciudad dan cabida a la tradicional misa del Gallo.

 

  • Nochevieja

 

La noche del 31 de diciembre, los limeños se echan a la calle para celebrar la llegada del nuevo año.