Estambul

Ciudad entre dos continentes

Al noroeste de Turquía, a orillas del Bósforo encontramos la ciudad de Estambul, un lugar enigmático como pocos gracias a su rica y espectacular historia que otorga a esta ciudad el hecho de ser el enlace entre el continente europeo y el asiático. Su importancia estratégica hizo de ella la capital de los imperios Bizantino, Romano y Otomano; un perfecto mestizaje responsable de hacer de esta ciudad una de las más bellas del mundo. Al atardecer, entre sus tortuosas y empinadas calles nos vamos encontrando con preciosos vestigios tanto arquitectónicos como culturales bañados de una luz rojiza que te harán escapar a otros tiempos y a otras culturas.

 

Hoy, Estambul, es un museo viviente con la mezcla perfecta entre oriente y occidente. Sumérgete en la ciudad y aprecia los tesoros que esconde. En el corazón de Estambul, en la plaza de Sultán Ahmed, se encuentran las dos joyas de la corona: la imponente Santa Sofía, consagrada como iglesia en sus inicios y convertida en mezquita casi mil años después para llegar a ser, a día de hoy, un extraordinario museo. A menos de cien pasos se puede apreciar el Gran Proyecto del Sultán Ahmet I, la Mezquita Azul, cuyo interior alberga una auténtica sinfonía de azules zafiro que dejarán boquiabierto hasta al viajero más experimentado.

 

Acabas de llegar y ya sientes que Estambul late dentro de ti, no puedes irte de la ciudad sin visitar el famoso Gran Bazar lleno de olores y colores indescriptibles. Esto es Estambul, historia y magia a partes iguales que brotan en cada esquina. Desde la principal arteria de la ciudad, Taksim, hasta el palacio de Topkapi la que fue residencia de los sultanes otomanos durante más de cuatrocientos años. Lo antiguo y lo contemporáneo mezclado por una fastuosa cultura creada a partir de dos inmensas culturas que no te dejarán indiferente.